Me reservo el derecho de admisión.
Desde hoy, y hasta la muerte.
Un aire cualquiera pudiera entrar por mi ventana y destruir lo que he arreglado.
Me reservo el derecho palabra.
Desde ayer y hasta mañana.
Un frío escalofriante podría apoderarse del calor que hay en mi alma.
Me reservo para mi, por mi y para Aquél.
Gisselle Hinojosa.