Dicen que suelen dar más problemas los finales tardíos que los comienzos inesperados; que las manos en los bolsillos esconden más prejuicios que todos los labios obligados a callar; que las peores manías son aquellas que le dan un toque de brillantez a tu carácter; que ser feliz no es sinónimo de multitud, y que estamos sentenciados a sentir un inexplicable hormigueo por las tripas cada vez que nuestro corazón cree encontrar un afín a él.
Gisselle, siempre tan precisa en tus palabras, quizás no muchas ni extensas, pero precisas. Como siempre te digo, un placer leerte. Soy una fan tuya.
Muchas gracias por tus palabras… siempre es un placer para mi leerte me halagas.
El placer es mutuo querida Gisselle!!
Y lo dicen con mucha razón.
Saludo.
Saludos!
Los finales tardíos… me ha matado. Muy cierto! Gracias por compartir tus versos 🙂